El Ángel Jesazel
La primera vez que establecí contacto con Jesazel, el Ángel mentor, instructor y guía de mis investigaciones dévicas, supe de las radiaciones espirituales de un Deva de categoría similar a la de los grandes Iniciados de la Jerarquía. Recuerdo esta experiencia como la más profunda y trascendente de mi vida. Me lo presentó el Maestro en el Ashrama con estas sencillas palabras: “Este es el Ángel JESAZEL, el instructor dévico que será tu mentor en el devenir de tu vida oculta y el que te introducirá y te hará consciente del Reino de los Ángeles”. La presencia de Jesazel, tal como podían percibirla mis sentidos sutiles, era realmente impresionante. Irradiaba luz por todo el contorno de Su figura angélica. Después fue descendiendo su vibración o radiación para acomodar Su presencia a mis sentidos perceptivos, ya que me era sumamente difícil y seguramente peligroso, resistir el brillo particular de Su aura magnética de un azul celeste absolutamente indescriptible según nuestros reducidos tonos vibratorios del color. Apareció entonces bajo una forma completamente humana, aunque manteniendo en todo su entorno su aura magnética azul celeste. Su rostro era bellísimo aunque de una belleza que escapaba a todos los cánones de belleza establecidos por los seres humanos. Puedo decir, de acuerdo con este punto, que percibía a través de sus infinitas cualidades angélicas algo más que un simple rostro humano. El mejor de los rostros griegos esculpidos por Fidias, daría quizás una pequeña noción del rostro inmaculado de Jesazel, pero irradiando luz desde dentro. Me envolvió dentro de Su aura –tal como suele ser la bendición angélica–, me sonrió con indecible dulzura y me preguntó: “¿Estás dispuesto a introducirte en nuestro mundo para extraer toda la experiencia posible y comunicarla a tus hermanos, los demás hombres del mundo?” Respondí afirmativamente y sin vacilar y Jesazel, en respuesta, acentuó la presión de Su aura sobre la mía, llenándome de una vibración intensa y desconocida que inflamó de amor, de ternura indescriptible y de entusiasmo todo mi ser. Después me dijo: “Pues bien, ¡que así sea!” Me hizo comprender seguidamente que durante el tiempo que durase el proceso de investigación oculta sobre el mundo dévico, debería mantener una actitud muy digna en mi vida personal y guardar reverente silencio siempre y cuando no fuese absolutamente necesario “hablar” en el devenir de mis relaciones sociales. Sus últimas palabras en aquella ocasión y que quedaron indeleblemente grabadas en mi conciencia, fueron éstas: “Vive serenamente expectante y siempre me tendrás a tu lado”. Era la primera vez que oía estas dos palabras, “serena expectación”, que, más adelante, durante el curso de mis investigaciones esotéricas, me demostraron ser claves para la vida del discípulo que se apresta a la Iniciación. Se despidió de mí con una graciosa aunque imponente inclinación de cabeza y lo hizo luego de mi Maestro, con el cual estuvo conversando amigablemente durante un rato, desapareciendo finalmente del campo de mis percepciones, dejándome sumido en un estado indescriptible de paz, pero al propio tiempo de dinamismo creador… Cuando llegué a mi cuerpo físico, después de recibir algunas directas instrucciones de mi Maestro, fui plenamente consciente de la radiante Presencia de Jesazel y la influencia de Su aura magnética me acompañó físicamente durante varios días.
Mi encuentro con el Ángel Jesazel vino precedido por una conversación sostenida con mi Maestro durante la cual, Este, después de finalizada una de nuestras reuniones ashrámicas de estudio y de haber quedado a solas con El, me había preguntado: “¿Te sientes dispuesto a escribir algunos libros de carácter esotérico, para utilización de los aspirantes espirituales del mundo? Algunos de ellos tendrán un carácter muy particular –continuó diciendo el Maestro– pues deberán servir para ayudar a los discípulos a introducirse conscientemente dentro del Reino de los Ángeles, a fin de establecer unos lazos de unión de muchos seres humanos con nuestros hermanos de los mundos invisibles. Así pues –preguntó de nuevo el Maestro–. ¿te sientes dispuesto sinceramente para realizar este trabajo?” Le respondí humildemente que mi buena voluntad era mucha, pero que mis conocimientos acerca del reino dévico se extendían únicamente al área de los relatos místicos y a alguna que otra pequeña experiencia de contacto con algunos seres elementales de la Naturaleza y que, por tanto, no podía afirmar que fuese capaz de hacerlo. Mi Maestro sonrió bondadosamente –tal como lo hace un padre con su hijo– y me aseguró que yo estaba ampliamente capacitado para esta clase de labor encomendada, debido a la experiencia acumulada por efecto de mi pasado kármico y que sólo debía hacer uso de mi buena voluntad y de mis sinceros deseos de servir. “No se te exige ningún voto extraordinario como los que realizaste antes de entrar en el Ashrama y que suelen preceder a las sucesivas Iniciaciones, sino que lo que cuenta en este caso es tu buena disposición de ánimo ya que la misma equivale a un verdadero voto ashrámico”. Siendo así, le respondí, acepto con mi mejor voluntad poner lo mejor de mí mismo para cooperar en el éxito de este trabajo ashrámico. Es así como inicié mi labor jerárquica en un sentido muy concreto y definido, al fin –sin aparentemente pretenderlo ni buscarlo había encontrado mi verdadero campo de servicio. Mi Maestro me bendijo con estas palabras: “Que tu labor sea fecunda y que muchos hombres y mujeres de buena voluntad del mundo puedan beneficiarse de la misma!”.
De esta manera tan sencilla y sin aparato técnico ni ceremonia alguna –salvo la Presencia del Maestro– fui introducido en ciertas áreas del mundo oculto que corrientemente se mantienen desconocidas y secretas. El mundo de los Ángeles, con sus impresionantes zonas de misterio iba a serme mostrado a partir de aquel momento tan concreta y objetivamente como lo eran los habituales razonamientos mentales, las emociones y las propias percepciones físicas.
Los contactos con Jesazel y las enseñanzas acerca del mundo dévico recibidas por su mediación se realizaron desde el plano causal, utilizando mi antaḥkaraṇa mental y el desarrollo de mi sensibilidad emocional, así como mi facilidad por transmitir mis experiencias ocultas al cerebro físico. Debo decir, en todo caso, que la influencia de este glorioso Ángel en mi vida fue decisiva, tanto por la fecundidad creadora infundida en mi trabajo ashrámico, como por la rapidez impresionante con que fueron ultimados ciertos aspectos kármicos de mi vida personal. Mi ingreso en la Escuela Arcana y mi trabajo posterior en la misma como miembro de la Sede Central Europea de Ginebra, fueron unas experiencias de las cuales guardo un muy intenso y profundo recuerdo. Sin embargo, mi verdadero trabajo ashrámico se inició posteriormente, cuando razones de orden kármico y la seguridad espiritual por mi parte de que aquella experiencia estaba ya trascendida, me hicieron regresar a Barcelona.
Mi primer libro “La Jerarquía, los Ángeles Solares y la Humanidad” fue un compendio de artículos esotéricos enviados a la revista “Conocimiento”, de Buenos Aires, más algunos otros inéditos que reflejaban de alguna manera ciertas experiencias de carácter jerárquico. En este libro se refleja ya la índole particular de mi obra futura y aquél que lo haya leído podrá darse cuenta de que en el mismo relato ya algunas experiencias de orden angélico, aunque sin entrar en detalles técnicos, los cuales serian facilitados más adelante conforme fue desarrollándose mi obra literaria.
En todo caso, Jesazel fue la culminación de una serie de contactos dévicos realizados en unión de mis compañeros de grupo en el Ashrama, bajo la experta guía del Maestro. La presencia de este Ángel en mi vida coincidió con mi entrada consciente en determinadas zonas espirituales de muy cualificada y sutil vibración. Su radiación angélica no me afectó por ello tan extraordinariamente como para dañar la integridad de mis vehículos sutiles. Debo repetir, sin embargo, que Jesazel había reducido casi siempre la intensidad de Sus radiaciones magnéticas en sus contactos conmigo a fin de evitarme congestiones de orden cerebral, ya que era la mente el principal vehículo utilizado en las investigaciones ocultas del mundo dévico. Mi Maestro, ya anteriormente y previendo las características de mi trabajo especifico, me había preparado también en forma conveniente, así como a mis compañeros de Ashrama que recibían un entrenamiento parecido, a fin de que nuestro vehículo astral no resultara afectado por los efectos poderosamente radioactivos del reino dévico. Mí equipo de percepciones ocultas se hallaba de esta manera debidamente compensado y con ayuda de Jesazel podía penetrar sin peligro por aquellas misteriosas zonas de tensión espiritual ultradinámica regidas por los Devas.
Mi compenetración espiritual con Jesazel se realizó en muy poco tiempo, haciéndose claras entonces en mi mente las palabras de mi Maestro cuando me decía que yo poseía amplia experiencia oculta acerca de los Devas. Pude recordar, entonces, contactos angélicos realizados por mi en un remotísimo pasado y renovados muy especialmente en mis dos últimas encarnaciones, por lo cual mi tarea particular de escribir acerca de los Ángeles fue al propio tiempo que un gozo de servicio, la rememoración de un amoroso e inolvidable recuerdo…
Mi “Tratado Esotérico sobre los Ángeles”, un tríptico constituido por los volúmenes “Las Fuerzas Ocultas de la Naturaleza”, “La Estructuración Dévica de las Formas” y “Los Ángeles en la Vida Social Humana” (Editorial Eyras, de Madrid), fue la culminación de mis contactos espirituales con Jesazel, con Quien me unen ahora unos lazos sagrados de amistad que –creo yo– resistirán incólumes la tensión infinita de las edades.
Muchas de las experiencias angélicas relatadas en este Tratado hablan muy especialmente de Él y de Su decisiva intervención en cada uno de los estadios de mi investigación esotérica. Por tal motivo, el segundo volumen del tríptico sobre los Ángeles lo dediqué a Jesazel, ya que fue Él quien me introdujo en los secretos misteriosos del espacio y quien me hizo ver claro cómo el éter substanciado por los Devas, constituía la base mística y al propio tiempo dinámica del proceso de la Creación universal. En este sentido testimonio de amistad y gratitud renuevo con Jesazel unos lazos espirituales que trascienden el karma y su infinita secuela de muertes y nacimientos…
– VBA. Mis Experiencias Espirituales (Narraciones Esotéricas).
La Experiencia Mística del Ángel Solar
Durante el curso de mi existencia kármica y en orden a la ley del discipulado he debido pasar –tal como Uds. habrán podido apreciar a través del curso de estas narraciones– por grandes experiencias, de carácter psíquico algunas, otras que podemos calificar de dévicas o angélicas y también otras de carácter trascendente y definidamente espirituales, mediante las cuales me fue posible establecer contacto con mi Yo superior, el Ángel Solar de mi vida. En muchos de mis escritos he hecho referencia a este bendito Ser, Señor de Compasión y de Sacrificio, cuyas actividades desde el plano causal del Universo, son las de ayudar a los seres humanos a liberarse de sus condicionamientos materiales y elevarse al reino espiritual. El Ángel Solar es el intermediario celeste cuya misión “voluntariamente aceptada” es permanecer al lado de los hombres, desde que adquieren autoconciencia y son dotados de mente hasta que ascienden a las elevadas cumbres de la cuarta Iniciación.
Las experiencias espirituales en tomo a este esplendente Ser, alma de los Misterios celestes y gran intermediario cósmico, suelen ser de carácter profundamente místico y difícilmente relatables, ya que uno de los principales requisitos que presiden el contacto consciente del hombre con su Ángel Solar son la discreción y el silencio, cualidades ambas muy poco desarrolladas todavía en el ser humano. Sin embargo, la técnica de contacto de los seres humanos con este glorioso Iniciado que es el Ángel Solar, es de orden general y pertenece a todos los hombres y mujeres inteligentes y de buena voluntad que hayan decidido realizarla en sus vidas. No es por tanto un inviolable secreto dicho contacto, pero el Misterio que rodea a esta Vida espiritual trascendente, centro de nuestras más elevadas aspiraciones, está en relación con ciertos aspectos de la ley del Karma difícilmente comprensibles para los seres humanos.
Ordinariamente, y de acuerdo con las técnicas precisas del Raja Yoga, se crea una línea luminosa de substancia mental que arranca del cerebro físico y culmina en el plano mental superior. Las técnicas del Raja Yoga en sus múltiples vertientes, pueden ser descritas genéricamente en términos de meditación. El proceso meditativo, desde sus primeras fases llamadas de concentración y pasando por las fases intermedias de discernimiento reflexivo, culmina en las altas cimas de la contemplación. En este punto de integridad causal la mente ha quedado profundamente silenciosa, “enteramente vacía de si misma” –tal como suele describirse en términos filosóficos– y es en tal estado que el hombre puede establecer contacto directo y consciente con el Ángel Solar.
Nunca he sido una persona de mente meditativa –tal como suele decirsesino más bien tendiente a la contemplación, o sea, que empecé a construir la estructura de mi edificio espiritual desde arriba, desde los aspectos superiores y no desde sus bases o cimientos intelectuales. Esta circunstancia me había preocupado mucho en el pasado, cuando veía a mis compañeros condiscípulos en las distintas Escuelas por las que tuve que pasar, incluida la Academia militar de Guerra en la que ingresé por razones propias del karma nacional de España, tan fácilmente adaptables a los estudios concretos que exigían una buena memoria y un alto grado de concentración, al contrario de mí que debía realizar grandes y a veces penosos esfuerzos para poder albergar adecuadamente tantos datos y conocimientos dentro de mi cerebro. Mi mayor facilidad era “abstraer mi mente” y reducirla voluntariamente al silencio y esto parecía constituir una de las especiales características de mi vida espiritual.
Más adelante, una vez hube ingresado en el Ashrama, el Maestro me había tranquilizado con respecto a este punto, cuando en una conversación particular sostenida con El me había dicho: “… que la meditación perfecta carece de tiempo y de lugar, siendo por el contrario un proceso de continuidad de la conciencia dentro del cual el pasado, el presente y el futuro, o dicho de otra manera, la concentración: la meditación propiamente dicha y la contemplación se hallan plenamente integradas y responden enteramente al Ritmo espiritual del Pensador, del Ángel Solar en su propio Plano”.
Por aquel entonces yo ya había logrado establecer algunos contactos definidos con mi Ángel Solar en distintas fases de creación del Antakarana… Me fue posible comprender entonces que si bien el proceso de la meditación o de contacto con el Yo superior es de orden general, había muchas y muy distintas variantes en el desarrollo del mismo, así como muchos niveles de creación del Antakarana, ya que lógicamente no todos los aspirantes espirituales se hallan en el mismo grado de integración y se deben, por tanto, a la ley que regula sus destinos kármicos. Así pues cuando yo afirmaba anteriormente que mi mente nunca había sido de tipo meditativo, quizás debería haber agregado que mi mente meditaba o se hallaba activa en otro nivel, siendo éste de carácter contemplativo y viniendo avalada tal condición por pasadas experiencias kármicas, dentro de las cuales había trascendido de una u otra manera los procesos meditativos que corresponden a la mente concreta. Sea como sea, debo señalar que la Presencia del Ángel Solar en mi vida siempre fue evidente y pude contactarle en más de una ocasión antes de que el Maestro se dignase admitirme en Su Ashrama. Fue precisamente el Maestro quien me permitió ver claro el proceso de continuidad de conciencia y la ayuda que merced al desarrollo de la misma pude recibir del Ángel Solar.
Debo decir al respecto que Su radiante Presencia es tan íntima que, a veces, la propia e infinita familiaridad del contacto la hacen casi irreconocible, ya que es muy difícil que se realice el fenómeno de “interacción” mediante el cual el alma personal reconoce objetivamente a su Ángel Solar. Sin embargo, a mí me fue posible realizarlo dos veces y fueron precisamente estas dos trascendentes visiones las que me permitieron elegir conscientemente la trayectoria que me llevó a las interioridades del Ashrama y a ser consciente del Maestro.
La primera vez que percibí al Ángel Solar me hallaba en meditación y estaba completamente absorto en algún área definida de mi ser. Me encontraba en la pequeña galería de mi casa, era por la mañana temprano y todo a mi alrededor se hallaba en calma. De pronto sentí una sensación desconocida dentro de mi ser, como si de cualquier remoto lugar del espacio externo una voz muy familiar me llamase por mi nombre, alejando de mi mente todas las sensaciones habituales, aún las del propio silencio. Me sentí impulsado a escuchar con la máxima atención esta Voz tan extrañamente familiar y aparentemente tan lejana. A medida que lo iba haciendo sentía como si todo mi ser se desplazase a velocidades enormes hacia aquel punto infinito del espacio del cual partía el sonido de mi nombre. Perdí por completo la noción de mí mismo y de improviso me vi enfrente de una Entidad espiritual intensamente radiante… Me sonreía con gran dulzura y me decía algo aparentemente muy importante, pero que yo no acababa de comprender aunque trataba de hacerlo. En un momento dado la Luz de Su aura de un color azul índigo inenarrable adoptó unos tonos intensamente ígneos. Parecía un ascua viva de fuego. En aquellos momentos sentí resonar dentro de mi conciencia y en mi propia lengua materna, el catalán, sus suaves y profundas palabras. Me indicaban un proceso, una resolución y un camino. No me señalaban meta alguna como corolario de la línea de esfuerzos que yo internamente sabía que tenía que desarrollar, pero intuitivamente sabía que al final de mi Sendero debería volver a encontrarme frente a El, frente a mi Ángel Solar, el augusto Señor de mi destino kármico. Después de esta experiencia de tipo causal mi vida física tuvo una tendencia irresistible a cambiar. Las circunstancias futuras tuvieron un carácter definidamente esotérico y poco tiempo después abandoné España para ir a trabajar en la Sede Europea de la Escuela Arcana, establecida en Ginebra (Suiza).
La segunda vez que pude percibir objetivamente y escuchar las palabras de mi Ángel fue precisamente muy poco tiempo antes de regresar a España. Esta segunda experiencia de contacto con el Ángel Solar la realicé en la salita de meditaciones de la Escuela Arcana. Era un domingo por la mañana y no sabiendo dónde ir, pues internamente me sentía muy triste y abatido, fui a la Sede de la Escuela Arcana y me encerré en la pequeña sala de meditaciones con unas ansias infinitas de soledad. En esta salita sólo entrábamos –y siempre con fines meditativos– los miembros responsables del trabajo de la Escuela Arcana que, en aquel entonces, éramos Mr. Gerhard Jansen, Mr. Jan Rijn (ambos de nacionalidad holandesa) y yo.
Cuando me hube sentado, empecé a observar –como si fuese la primera vez que los viera– todos los objetos que contenía aquella salita. Cuatro sillas, para nosotros tres y una que siempre estaba aguardando a un posible visitante de las otras dos sedes de la Escueta Arcana, ubicadas en Nueva York y en Londres. Enfrente de mí una mesita en forma de altar, cubierta con un paño blanco de hilo y encima de éste un talismán mágico que el Maestro Tibetano había entregado a Alice A. Bailey en la inauguración del centro europeo de la Escuela Arcana en Ginebra. Según me explicó Mr. Jansen, cada una de las Sedes tenía su propio talismán sagrado y a través del mismo era posible mantener subjetivamente la conexión con las otras dos Sedes y constituía, además un centro de enfoque místico de las energías jerárquicas, las cuales eran notablemente apreciables en el devenir de las Conferencias Internacionales que cada Sede celebraba anualmente, coincidiendo con los Festivales de Pascua, de Wesak y de la humanidad durante el período de las lunas llenas de Aries, de Tauro y de Géminis.
Contemplaba absorto el símbolo de la Nueva Era, un cuadro muy luminoso colgado de la pared encima mismo del talismán.., y me sentía en aquellos momentos tan profundamente triste que no pudiendo resistir la tremenda angustia de mi corazón, empecé a llorar amarga y desconsoladamente. Cuando me hube serenado y parecía que la calma iba penetrando en mi corazón, sentí resonar de nuevo en mi interior el inconfundible sonido de mi nombre pronunciado desde las regiones causales. La Voz era la misma increíblemente familiar y tan supremamente querida de mi Ángel Solar, a cuyo mágico sonido mi corazón se abrió de par en par a las suaves y profundísimas vibraciones de la luz espiritual.
Otra vez frente a mí, sin destellos ígneos pero envuelto en una aura indescriptiblemente radiante de color azul índigo, dentro de la cual el espacio y el tiempo parecían fundirse, deparándome unos indescriptibles motivos de cálida esperanza, se hallaba mi Ángel Solar. Como en la primera vez que le vi sonreía y me hablaba con indecible dulzura… Sentía resonar Sus palabras dentro de mi corazón. Me señalaban de nuevo la apertura de un proceso, me infundían el fuego de una resolución inviolable y me indicaban las luminosas sendas de un nuevo Camino. Comprendí exactamente entonces, utilizando la omniabarcante conciencia de mi Ángel Solar, el significado místico de las palabras de Cristo: “Yo soy la Verdad, soy el Camino y soy la Vida”, que todo discípulo en el Corazón del Maestro tiene el ineludible deber de confirmar y testimoniar. Desapareció luego del campo de mis percepciones, después de un cordial ademán de despedida o de inefable bendición.
Unos días después de este contacto causal, sentí la apremiante necesidad de dejar el trabajo ashrámico que realizaba en la Escuela Arcana y de regresar a Barcelona, de la misma manera que la visión primera del Ángel Solar me había abierto las perspectivas del trabajo espiritual que me llevaron a Suiza para trabajar en la Sede Europea de esta Escuela esotérica.
Todos los seres humanos tienen su propio Ángel Solar, su Yo superior o trascendente, el impulsor de sus motivos espirituales más elevados y el supremo Guía de sus destinos kármicos. Está muy escondido dentro del corazón, pero siempre acude cuando el alma se siente terriblemente sola o se halla enfrentando grandes dificultades… A veces, del fondo de esta indescriptible amargura del alma se eleva inusitadamente un sentimiento infinito de cálida dulzura y fulgida esperanza. Es la Voz del Ángel Solar, que en tales momentos difíciles y de apremiante tensión, nos envía Su mensaje luminoso de paz, de serenidad y de íntimo consuelo. Quizás la percepción del Ángel Solar sea sólo posible para las almas que realizaron grandes esfuerzos espirituales en sus vidas y que Su gloriosa Figura surgiendo raudamente de los éteres, sea únicamente una experiencia realizable en ciertas elevadas cotas de mística integración. Pero, sea como sea, El está siempre aquí con nosotros, dentro del corazón, profundísimamente atento al devenir de nuestro destino trascendente como Almas, siempre dispuesto a intervenir para que nuestras vidas se ajusten a la Ley que regula el Bien Cósmico aquí en la Tierra, siendo Su luz infinita la verdadera esperanza de gloria de la existencia y la fuente divina de la que emanan nuestros más íntimos consuelos…, ya que la Ley es justa y todos participamos de su Justicia.
VBA. Mis Experiencias Espirituales (Narraciones Esotéricas).
Decodificando a Jesazel
El nombre JESAZEL está compuesto de dos vocablos:
Jes (חס) → Refugio
Azel (אצל) → Noble
Por lo que, en primera instancia, literalmente su nombre significa:
Sin embargo, utilizando la Cábala como herramienta hermenéutica de interpretación que permite la investigación de la semántica sagrada basada en el estudio de la palabra, la comunicación y la esencia del lenguaje para descifrar la sustancia de las cosas, el nombre JESAZEL despliega nuevos significados.
Cada una de las letras hebreas que componen la palabra JESAZEL lleva asociado un número, un significado y un ideograma arquetípico. Existiendo tres llaves cabalísticas fundamentales de interpretación.
La Guematria
Que considera el valor numérico de las palabras como índice indicativo del sentido que se busca.
ל | צ | א | ס | ח |
L | Z | A | S | J |
30 | 90 | 1 | 60 | 8 |
JESAZEL (8 + 60 + 1 + 90 + 30) = 189.
Igual que JESAZEL, VISITACIÓN tiene también un valor de 189:
VISITACIÓN (pequddah, fem., פקדה)
Definición: Vigilancia atenta desde una posición elevada.
Traducciones KJV: visitación; supervisión; cuidado; vigilancia; cargo; auditoría/contabilidad; arreo/estímulo; depósito
Hebreo de Strong #: h. 6486 (x31)
Así, surge una primera aproximación al nombre JESAZEL como:
Y si separamos el nombre JESAZEL en sus tres componentes esenciales considerando el ALÉF (א) como el centro que une lo superior con lo inferior tenemos:
חס – א – צל
(30 + 90) – 1 – (60 + 8)
120 – 1 – 68
68 = lemalah (למע) – [Desde] lo alto (“[from] the above”)
1 = (א) – Descender
120 = yalef (ילפ) – Adherirse a (“To cling to”)
Y utilizando los valores numéricos también es posible revelar otro significado:
חס – א – צל
(30 + 90) – 1 – (60 + 8)
120 – 1 – 68
(1 + 2) – 1 – (6 + 8)
(3) – 1 – (14)
(3) – 1 – (1 + 4)
3 – 1 – 5
El Notarikon
Que junta las iniciales, finales o intermedias de una frase para formar otra con el mismo valor que revela el sentido oculto de la primera revelando con ello el pensamiento o idea que contiene las letras de la palabra original.
ח | J | Trascendencia |
ס | S | Secreto Base Apoyo Fundamento |
א | A | Unión de lo superior con lo inferior |
צ | Z | Justicia Virtud |
ל | L | Enseñanza Propósito Corazón |
El Notarikon de JESAZEL nos permite entrever uno de sus posibles significados como:
La Temurá
Que separa las letras de una palabra permutándolas y formando anagramas, pseudónimos, alteraciones expresivas de sentidos o cosas ocultas tras el trastoque del orden natural de las palabras o las letras del mismo vocablo.
Los dos vocablos que componen el nombre de JESAZEL son:
JES
Raíz: JS (חס)
JES proviene de la raíz √JS, origen de palabras como Jezed (misericordia, amor benevolente, ternura) y tiene que ver con “cuidar desde lo alto a alguien”, “protegerlo”, de dicha raíz también viene la palabra “tomar refugio”. Este vocablo forma parte de diversas sentencias bíblicas tales como “tomaré refugio en la sombra de tus alas”.
Definición: Cuidar desde lo alto a alguien, protegerlo.
Palabras con la misma raíz:
COMPASIÓN / MISERICORDIA (masc., חסד / jésed)
Definición: Amor o la misericordia de Dios por la Humanidad.
Traducciones KJV: amor; misericordia
Strong’s Hebrew #: h.2618 (149x)
AZEL
Raíz: ZL (צל)
AZEL viene de la raíz √ZL que significa:
(1) Como indicativo: “estar junto con”; “estar unido a”; “permanecer junto a”; “permanecer con”.
(2) Es la primera persona futura del verbo sombrear, “hacer sombra”; esto es, “yo sombrearé” (“I will overshadow [you]”).
(3) Como verbo, cuando se utiliza para indicar alguna acción: descender / hundirse; orar / invocar / gritar; entregar / hacer lo pactado; sacudir (“shake”) / arrojar (“sent away”); promover / ascender / progresar / ennoblecer.
(4) Como sustantivo: sombra; imagen; árbol; receptáculo/cáliz/tazón.
(5) Como adjetivo: sombreado; cercano; profundo.
Definición: Un lugar donde resguardarse a la sombra.
En la Biblia aparece como:
(a) Azel (“noble“) descendiente de Saúl por medio de Jonatán (1Ch 8:37, 38; 9:43, 44).
(b) Lugar hasta el que, según se predice en Zac 14:5, llegaría el valle que se formaría por la separación como resultado de una hendedura que se abriría en el Monte de los Olivos. Hoy día se ha logrado identificar geológicamente la ubicación de un gran deslizamiento de tierra en el Monte de los Olivos adyacente tanto al moderno Nahal Azal como al área de los antiguos Jardines del Rey en la coyuntura de los valles de Hinnom y Cedrón. El descubrimiento valida el relato del historiador judío Flavio Josefo sobre un deslizamiento de tierra causado por un terremoto durante el reinado del rey Uzías bloqueando los jardines de los reyes en el valle. Dicho valle recibió entonces el nombre de Azel (bloqueado/separado/agitado/estremecido/lugar de resguardo).
Palabras con la misma raíz:
SOMBRA (masc., צל / tseyl)
Definición: La figura oscura proyectada sobre una superficie por un cuerpo que intercepta los rayos de una fuente de luz.
Traducciones KJV: sombra, defensa, sombra
Strong’s Hebrew #: h.6738
SOMBREADO (fem., מצולה)
Traducciones KJV: fondo/fundamento
Strong’s Hebrew #: h.4699
ALETEO / ZUMBIDO (masc., צילצל)
Definición: La sombra proyectada por unas alas.
Ortografías alternativas: צלצל
Traducciones KJV: langosta, lanza, sombreado
Hebreo de Strong #: h.6767 (x2)
De ahí que JESAZEL signifique:
Estudios simbólicos
Análisis pictogramático
ח | J | 𐤇 | Patio/Barda |
ס | S | 𐤎 | Columna |
א | A | 𐤀 | Fuerza |
צ | Z | 𐤑 | Yerba/Sendero |
ל | L | 𐤋 | Cayado/Pastor |
El alefato hebreo arcaico o paleohebreo estaba compuesto por 22 pictogramas comunes a otros idiomas semíticos. A partir del análisis pictogramático es posible observar el siguiente significado de JESAZEL:
Análisis tarológico
El Tarot nos cuenta a través de 22 imágenes arquetípicas de origen astronómico la historia del desenvolvimiento del Ser hasta el retorno a la Unidad. Y puede ser utilizado para decodificar el nombre de JESAZEL:
ל | צ | א | ס | ח |
L | Z | A | S | J |
12. El Colgado | 18. La Luna | 1. El Mago | 15. El Diablo | 8. La Justicia |
El análisis tarológico del nombre JESAZEL nos revela el siguiente significado:
“Aquél que por Justicia divina (8) se ha convertido en el Ángel Caído (15) a través de un acto Mágico (1) descendiendo hasta el mundo Sublunar (18) para sostener el Gran Sacrificio (12).”
REGLA UNO. El Ángel Solar se recoge en Sí mismo, no disipa su fuerza, sino que en profunda meditación se comunica con su reflejo.
– AAB/DK. Quince Reglas para la Magia.
Ángeles Solares
– SPRV, 2011.
Bajaron Ángeles por siete planos
en lluvia de fuego y bendición
trajeron la luz de su condición
viniendo al encuentro de los humanos.
Semilla de mente a sus hermanos
otorgaron con su vida y corazón
brilla diminuta flama en ignición
brilla a costa de sus propias manos.
La humanidad peregrina los tiempos
y ellos atados a nuestro destino
fieles brújulas contra los vientos,
construyen y alumbran el Plan Divino,
de a poco descubren los firmamentos
uniendo la Luz con el Peregrino.
La Promesa del Ángel Solar
No pueden hacerse conjeturas acerca de la misteriosa esencia de los Ángeles Solares, de los HIJOS DE LA MENTE –tal como esotéricamente se les define. Sólo hay que tener presente un hecho esencial. Su voluntad, su amor y su sacrificio con respecto a la humanidad exigen de parte del hombre actos de voluntad, de amor y de sacrificio en su equivalente medida, teniendo en cuenta que la liberación del pacto de sacrificio del Ángel Solar en favor de la humanidad depende única y exclusivamente del ser humano. Leyendo en los anales akáshicos el misterio de la vida de los Ángeles Solares puede verse reflejada en los éteres inmortales las sublimes condiciones a que cada Ángel Solar sometió Su Pacto inquebrantable a la Divinidad y a la Raza de los hombres:
“…No abandonaré al Ser Humano hasta que él Me perciba como Centro de su Vida y se dirija hacia Mí con devoción y gratitud, dotado de idéntico amor, voluntad y sacrificio en favor de sus hermanos de todos los reinos, tal como Yo, el Hijo de la Mente, le he demostrado a través de las Edades.”
La promesa o el pacto supremo de cada Ángel Solar ha sido invariablemente cumplido. Es pues el hombre que posea inteligencia suficiente el que debe cumplir ahora la parte del pacto solar que le corresponde. Él debe establecer contacto consciente con el Ángel Solar de su vida, tenerle constante e invariablemente como meta de todas sus acciones y acercarse tanto a ÉL como para participar de la gloria de Su Vida, “tomar su lugar y reemplazarle en Sus funciones causales” a fin de que pueda retornar a Su patria celestial. A aquella patria nirvánica de la que se ausentó durante extensos ciclos de tiempo para cumplir con una deuda de amor, de voluntad y de sacrificio que había contraído en bien de la Humanidad y como eco supremo de la Voluntad de Dios.
– VBA. Las Fuerzas Ocultas de la Naturaleza.
The Pledge of the Solar Angel
Vajrasattva, el Alma Adamantina
– HPB. 1889. La Voz del Silencio.
114. Las semillas de la Sabiduría no pueden germinar y crecer en un espacio sin aire. Para vivir y cosechar experiencia, la mente necesita amplitud y profundidad y propósitos que la atraigan hacia el Alma Adamantina.
262. Endurece tu Alma en contra de las trampas del Sí; haz que ella amerite el nombre de «Alma Adamantina».
Invocando al Ángel Solar: Meditación Vajrasattva en la Tradición Transhimaláyica
El Maestro Tibetano Djwhal Khul esbozó los principales elementos de la meditación ocultista en sus Cartas sobre este tema. Uno de los principales elementos es el mántram, que predijo que algún día reemplazaría a toda meditación preliminar. Desde 1975, una serie de mántrams utilizados para la meditación han sido puestos a disposición del mundo.
Uno de ellos, el mántram de Vajrasattva, se ha utilizado durante el último milenio en el Tíbet, y por lo tanto en la India, como meditación preliminar estándar. Aquí se proporciona evidencia de que Vajrasattva es lo que la Tradición de Sabiduría Eterna llama el Ángel Solar. Por lo tanto, esta meditación invocaría al Ángel Solar, algo que debería hacerse al principio de cada sesión de meditación. Esta importante meditación oculta es la primera que se enseña en el Tíbet, y debería ser la primera que se enseña en las futuras escuelas de meditación para las que Djwhal Khul preparó al mundo. – D. Reigle
Oṃ Vajrasattva, guarda tu Promesa,
– Mántram de Vajrasattva. (Traducción propia directa del original sánscrito.)
Como Alma Adamantina habilidosísima, permanece cerca mío.
Se colmado por mí.
Se nutrido por mí.
Mantente atado a mí.
Concédeme todas las Perfecciones;
y en todas mis acciones
haz también que mi pensamiento sea el más excelente.
Que la gloria de las cinco Sabidurías more en mi Corazón (Hūṃ Ha Ha Ha Ha Hoḥ).*
Oh Bendito, Naturaleza Adamantina de todos los Tathāgatas,
No me sueltes.
De naturaleza adamantina,
Oh, Ser de la Gran Promesa,
Permanece unificado sin dualidad conmigo.
* La Sílaba Hūṃ indica el corazón, y las siguientes son las sílabas-semilla de las cinco energías de Sabiduría.
Traducción y entonación propia.
oṃ vajrasattva / samayam anupālaya / vajrasattva tvenopatiṣṭha / dṛḍho me bhava / sutoṣyo me bhava / supoṣyo me bhava / anurakto me bhava // sarvasiddhiṃ me prayaccha / sarvakarma suca me cittaṃ śreyaḥ kuru // hūṃ ha ha ha ha hoḥ / bhagavān sarvatathāgata vajra / mā me muñca / vajrī-bhava / mahāsamayasattva / āḥ ||
Oṃ Vajrasattva / Guarda tu Promesa (Samaya), / como Alma Adamantina habilidosísima / Mantente firme para conmigo. / Se colmado por mí. / Se nutrido por mí. / Mantente ligado a mí. // Concédeme todos los logros; / y en todas mis acciones / haz también que mi pensamiento sea el más excelente / Que la gloria de las cinco Sabidurías more en mi corazón (Hūṃ Ha Ha Ha Ha Hoḥ) // Oh Bendito, Naturaleza Adamantina de todos los Tathāgatas, / no me sueltes. / De naturaleza adamantina, / Oh, Ser de la Gran Promesa (Mahāsamaya-Sattva) / Permanece unificado sin dualidad conmigo (Āḥ) ||
– vajrasound
Publicado: 30 marzo 2020
Revisado: 22 abril 2022
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