Cuando nosotros pensamos estamos transmitiendo una serie de ondas eléctricas al espacio, mediante una serie de estímulos más o menos potentes de nuestro cerebro, considerado aquí en su función de central transmisora de mensajes mentales. Ahora bien, estas ondas dirigidas con intención y conteniendo ideación quedarían flotando sin destino alguno en el espacio, a no ser por la participación de los devas mentales, altamente especializados cuya misión natural y su única función es “hacerse cargo de los pensamientos de los hombres” vitalizarlos con su vida y transportarlos a su destino, o bien cobijarlos y mantenerlos en “gestación” como energía, a la espera de las requeridas condiciones cíclicas de expresión, como ocurre con los arquetipos raciales, ideológicos o espirituales (creados por la mente humana y respondiendo a Arquetipos causales), o con los procesos destructivos y grandes cataclismos que asolan periódicamente a la humanidad como efecto, no digo castigo, de sus inadecuadas, violentas y agresivas formas de pensar. El principio adoptado por la UNESCO en su conocido preámbulo “La guerra se fragua en la mente de los hombres y es en la mente de los hombres donde hay que construir los baluartes de la paz”, puede dar una idea realmente clara y concreta de la participación humano-dévica en la creación y desarrollo de los grandes acontecimientos planetarios, si es atentamente examinado.
– JASH, 235.
Sinopsis de eventos en la vida de VBA alrededor de la Guerra
Fecha | Edad | Evento |
---|---|---|
Viernes 17 de julio de 1936 | 21 años | Inicio de la Guerra Civil. |
Domingo 29 de noviembre de 1936 | 21 años | Apostado como voluntario en Farlete (Monegros). |
Entre finales de mayo y mediados de junio de 1937 | 22 años | Reclutado en el Ejército Republicano para servir en la Guerra Civil. Aspirante a Oficial de Infantería. Proveniente del Sindicato Artes Gráficas. |
Viernes 18 de junio de 1937 | 22 años | Apostado en Monte Obscuro (Monegros). |
Viernes 20 de agosto de 1937 | 22 años | Bombardeo de la Sierra de los Monegros. [Durante el “Asedio al convento de Santa Cruz y la posición de Punta Calvario”, 19 de agosto – 20 de agosto de 1937.] |
Martes 11 de enero de 1938 | 22 años | Promoción militar a Teniente en Campaña del “Arma de Ingenieros” [Tercera promoción de Zapadores de la Escuela Popular de Guerra n.º 4 (Godella, Valencia).] |
Domingo 25 de diciembre de 1938 | 23 años | Apostado en Mora de Toledo. |
Martes 17 de enero de 1939 | 23 años | Bombardeo de la vaguada del Sector de Valsequillo. [Durante la Batalla de Valsequillo-Peñarroya, 5 de enero – 4 de febrero de 1939.] |
Sábado 1º de abril de 1939 | 23 años | Fin de la Guerra Civil. |
Septiembre de 1939 | 24 años | Prisionero de Guerra. |
Viernes 1º de septiembre de 1939 | 24 años | Inicio de la II Guerra Mundial. |
Entre septiembre de 1939 y abril de 1940 | 24 años | Despertar de los Centros. |
Entre enero y abril de 1940 | 24 años | Comienza su Consejo de Guerra Sumarísimo. |
Septiembre de 1941 | 26 años | Apostado en el Regimiento de Artillería de Valladolid. |
Viernes 30 de enero de 1942 | 27 años | Sentencia del Juicio Sumarísimo. Pena impuesta: Doce años y un día de reclusión temporal. Conmutación: Seis años y un día de prisión mayor. |
Septiembre de 1945 | 30 años | Finalización del periodo indicado en su sentencia. |
Domingo 2 de septiembre de 1945 | 30 años | Fin de la II Guerra Mundial. |
1945 (Posterior a su liberación en septiembre) | 30 años | Recuperación de la conciencia ashrámica. |
Fragmento biográfico de VBA
Contando [Vicente Beltrán Anglada] con apenas 20 años estalló la guerra “civil” española. Se alistó como voluntario y marchó al frente. Luchó por la República, por la democracia y por la verdad.
No quería matar, no tenía sed de venganza ni de odio. Su deseo sólo era recuperar la paz, Ia libertad, la dignidad mancillada. Escogió el cuerpo de ingenieros para ayudar construyendo puentes, carreteras, hospitales…
Empezó en calidad de soldado raso y finalizó la guerra con el grado de comandante. Por esta razón fue encarcelado y pasó múltiples penalidades durante varios años. Me contaba que cuando estaba preso en la Cárcel Modelo de Barcelona, compartía la celda con más de veinte personas –teniendo capacidad para cuatro. La comida dejaba mucho que desear, en cuanto a calidad y a cantidad, la llevaban en un cubo, y los prisioneros se peleaban para poder comer un poco. Sintiéndose ajeno a esta Iucha decidió dejarse morir de hambre, consideró que no merecía la pena vivir de aquella manera.
Llevaba con esta actitud algunos días cuando se le apareció el Maestro recomendándole hiciera todo lo posible para subsistir. Le tenía preparada una misión y necesitaba de él. A partir de aquel día cambió su visión de la vida. A través del sufrimiento que experimentaba empezó a realizar el “vuelo astral” de forma controlada. Cuando todos dormían en la cárcel, él salía en cuerpo astral sintiéndose Iibre, podía visitar a las personas y lugares que quería, y continuar su aprendizaje en el Ashrama del Maestro.
Cuando fue liberado, sus penalidades no se acabaron. Estaba marcado como contrario al régimen, como rojo. Esa condición en la dictadura era una limitación de enorme consideración. No podía tener pasaporte, ni carnet de conducir, ni muchísimas otras cosas necesarias para su trabajo. Se hizo representante de diversos productos con los que apenas subsistía, dada la escasez de materias en aquellos tiempos. Daba numerosas conferencias, sin poder expresarse libremente. No podía hablar deI “Yo Superior”, ni de los “Siete Rayos”, ni de la “Jerarquía”, ni de nada que saliese de la estricta filosofía del momento. Tenía que ingeniárselas refiriéndose al Superhombre, a los siete tipos psicológicos de la humanidad, a los siete Espíritus ante el trono de Dios, etc.
– Juan Marti. Vicente Beltrán El Iniciado. 5 de octubre de 2014.
1936-1945: Años de pruebas y dificultades kármicas
Pasé así una serie de años de pruebas y dificultades kármicas muy agudas, pero durante todo ese tiempo me sentí siempre directamente ayudado, singularmente en aquellos momentos en que mi fe parecía vacilar, cuando las dudas eran muy profundas y dolorosas o cuando el sufrimiento moral invadía todos los rincones psicológicos de mi vida de discípulo. Fue precisamente en esta época cuando se desarrolló en mí la visión interna y pude observaren ciertos momentos culminantes a Devas superiores que llenaron de paz mi vida anhelante. Desde entonces, la visión oculta de los Devas y la interpretación consciente de su lenguaje fueron un claro estímulo en el devenir de mi destino kármico.
Olvidando por entero a las personas que contribuyeron al desarrollo de ese destino, familiares, amigos y grupo social envolvente, debo citar sin embargo aquella fase de mi vida marcada por la guerra. Me refiero a la guerra civil española en la que intereses opuestos y contradictorios encendieron en nuestro país la chispa de un fuego de maldad y desesperación que debería abrasar posteriormente el mundo entero. Esta guerra de tres años cruenta y desesperada, en que la muerte se cobró en España a más de un millón de vidas, era el principio de un drama histórico marcado por las fuerzas del mal planetario que debería abrir posteriormente, a través de la Alemania de Hitler, las puertas por las que penetraron en nuestro planeta las potentes energías procedentes del Mal cósmico.
Como en este libro no trato en manera alguna de analizar las razones planetarias que permitieron la entrada del Mal Cósmico en las redes etéricas de nuestro mundo, sino exponer honrada y sinceramente las razones espirituales de un discípulo, sólo debo hacer referencia –por la trascendencia de las mismas– a los años de la guerra y aquellos en los cuales me vi privado de libertad. Estas dos etapas marcaron el destino espiritual de mi vida y debido a su experiencia pude ingresar conscientemente en el Ashrama, penetrar en el corazón del Maestro y convertirme en un discípulo juramentado.
Después de todo ello, cuando las fases más difíciles de mi vida hubieron pasado, entré en un período que puedo definir como iniciático en el que me fue posible penetrar conscientemente en la corriente espiritual dentro de la cual el discípulo ya no puede hacer otra cosa que seguir atentamente el devenir de esta gran corriente de vida, serena pero increíblemente dinámica, y observar profundamente expectante el desarrollo de su proceso vital.
– DSD, 20-21.
Mayo de 1937: Ingreso en la Escuela de Guerra e Instrucción Militar
Las Escuelas Populares de Guerra e Instrucción Militar fueron creadas el 25 de Noviembre de 1936 para suplir la carencia de oficiales en el nuevo Ejército Popular de la República. En un primer momento se llamaron Escuelas para Oficiales, comenzando las convocatorias periódicamente a partir de enero de 1937.
Inicialmente se establecieron en:
Nº 1 De Intendencia, en Porta Celi (Valencia).
Nº 2 De Artillería, primero en Lorca (Murcia) y luego en Almansa (Albacete)
Nº 3 De Infantería y Caballería, en Paterna (Valencia).
Nº 4 De Ingenieros, en Godella (Valencia).
Nº 5 De Artillería, en Gijón.
Nº 6 De Infantería, en Bilbao.
– Ejército Popular de la República
1938: La mente contemplativa
Nunca he sido una persona de mente meditativa –tal como suele decirse– sino más bien tendiente a la contemplación, o sea, que empecé a construir la estructura de mi edificio espiritual desde arriba, desde los aspectos superiores y no desde sus bases o cimientos intelectuales. Esta circunstancia me había preocupado mucho en el pasado, cuando veía a mis compañeros condiscípulos en las distintas Escuelas por las que tuve que pasar, incluida la Academia militar de Guerra en la que ingresé por razones propias del karma nacional de España, tan fácilmente adaptables a los estudios concretos que exigían una buena memoria y un alto grado de concentración, al contrario de mí que debía realizar grandes y a veces penosos esfuerzos para poder albergar adecuadamente tantos datos y conocimientos dentro de mi cerebro. Mi mayor facilidad era “abstraer mi mente” y reducirla voluntariamente al silencio y esto parecía constituir una de las especiales características de mi vida espiritual.
Más adelante, una vez hube ingresado en el Ashrama, el Maestro me había tranquilizado con respecto a este punto, cuando en una conversación particular sostenida con Él me había dicho: “…que la meditación perfecta carece de tiempo y de lugar, siendo por el contrario un proceso de continuidad de la conciencia dentro del cual el pasado, el presente y el futuro, o dicho de otra manera, la concentración: la meditación propiamente dicha y la contemplación se hallan plenamente integradas y responden enteramente al Ritmo espiritual del Pensador, del Ángel Solar en su propio Plano”.
Por aquel entonces yo ya había logrado establecer algunos contactos definidos con mi Ángel Solar en distintas fases de creación del Antaḥkaraṇa… Me fue posible comprender entonces que si bien el proceso de la meditación o de contacto con el Yo superior es de orden general, había muchas y muy distintas variantes en el desarrollo del mismo, así como muchos niveles de creación del Antaḥkaraṇa, ya que lógicamente no todos los aspirantes espirituales se hallan en el mismo grado de integración y se deben, por tanto, a la ley que regula sus destinos kármicos. Así pues cuando yo afirmaba anteriormente que mi mente nunca había sido de tipo meditativo, quizás debería haber agregado que mi mente meditaba o se hallaba activa en otro nivel, siendo éste de carácter contemplativo y viniendo avalada tal condición por pasadas experiencias kármicas, dentro de las cuales había trascendido de una u otra manera los procesos meditativos que corresponden a la mente concreta. Sea como sea, debo señalar que la Presencia del Ángel Solar en mi vida siempre fue evidente y pude contactarle en más de una ocasión antes de que el Maestro se dignase admitirme en Su Ashrama. Fue precisamente el Maestro quien me permitió ver claro el proceso de continuidad de conciencia y la ayuda que merced al desarrollo de la misma pude recibir del Ángel Solar.
– MEE, 176-177.
1938: Los aprendizajes en la Escuela de Guerra
Pues bien, yo creo que deberemos afrontar el miedo, y todo el mundo tiene miedo. Dense cuenta que las grandes religiones que poseen muchos fieles o creyentes muchas veces lo son por miedo, porque me acuerdo que cuando estudiaba en la Escuela de Guerra, nos decían, además de decir que la guerra es una lucha de voluntades, que el miedo del soldado en el campo de batalla es siempre porque no tiene contacto codo a codo. La experiencia nos ha mostrado que cuando han puesto a una persona de escucha, en un pequeño grupo de escucha, un poco aislado, se ha dado el caso de morirse una persona de miedo, lo cual no sucede cuando están en contacto codo a codo, en el que ves al compañero, que puedes hablar con él, y la persona es la misma –y esto ya es un símbolo de apego–; significa que tenemos miedo a algo, al razonamiento del enemigo. ¿Cuál es el enemigo en este caso?, el soldado tiene ante sí al enemigo, el que sea, desgraciadamente existen enemigos, o se sienten enemigos los unos de los otros. Pero, cuando el enemigo es el propio ser, dense cuenta, el propio ser, el miedo es todavía mayor, porque nunca sabremos por donde vendrán los tiros, hablando de manera simbólica.
– Barcelona, 29 de Mayo de 1981 – Condicionamiento, Desapego y Libertad.
Una guerra, en el fondo, no es más que una lucha de voluntades. Es lo primero que se enseña en una Academia de Guerra. Yo he pasado por una de ellas, desgraciadamente, donde se dice: “la guerra es una lucha de voluntades, así que el que tenga la voluntad más fuerte es el que ganará”. Y Uds. saben que voluntad significa más armamento en este caso. No será la voluntad individual la fuerza que da el poder o el poder que engendra la fuerza, como Uds. quieran, pero el caso es que es psicológico, profundamente psicológico, una guerra nunca viene si no hay una guerra psicológica entre las personas o entre las naciones o entre las familias o dentro del propio individuo y, naturalmente, cuando estamos pensando, cuando estamos sintiendo o cuando estamos actuando o cuando estamos hablando, estamos emitiendo al éter, que está llenándolo todo, una serie de luchas internas que no acabamos de aclarar y, naturalmente, si no estamos muy atentos al fluir de los acontecimientos, estaremos llenando constantemente el ambiente de estas perturbaciones internas que todos tenemos: nuestras imaginaciones acerca de algo que desconocemos, nuestras conjeturas, nuestro deseo de Dios, que en un momento determinado se convierte en un apego.
– Barcelona, 18 de Junio de 1983 – Comprensión a través de la Atención.
Cuando la persona está muy atenta no toma partido, cuando estamos distraídos tomamos partido por un lado o por el otro, el que más nos gusta en aquel momento, estamos dentro del reino de maya o del espejismo, estamos en el centro de la vida astral. Si estamos muy atentos, entonces viene el predominio mental. Daros cuenta que la atención serena, tal como la estamos tratando de explicar aquí, como una participación activa de Agni Yoga, es aquella mente orientada por la voluntad o la intención del propio Logos, que quiere ser consciente de todas y cada una de sus creaciones, incluido el ser humano, más que ninguno, el ser humano. Entonces, si estamos tan atentos al proceso, sabremos con exactitud lo que debemos hacer, cómo debemos comportarnos.
¿Qué sucede con los grupos religiosos? La persona ingresa en un grupo religioso porque no tiene todavía la capacidad de encontrarse a sí mismo, al sentirse solitario, siente la angustia y el ahogo de la propia soledad y, entonces, debe buscar el grupo, no el grupo que tiene que enaltecerlo, sino un grupo gregario, porque existe lo que se llama técnicamente, el “contacto de codos”; eso me lo explicaron a mí en la Academia de Guerra, que un centinela apostado, sólo, en una avanzada, está sufriendo horrores de miedo, está sólo, pero cuando está en la trinchera, a pesar de los bombardeos, se siente acompañado, y siempre están a uno o dos palmos, tocándose los codos. Lo he aprendido en la escuela de guerra, por lo tanto, saben lo que hacen ¿eh? Al discípulo le pasa lo mismo en sus primeras fases, tiene miedo de enfrentar una realidad, y entonces elige, dentro de la gran profusión del espejismo mundial la religión que más cuadre a su naturaleza, ingresa en la misma y se convierte en un fiel creyente de aquella religión. Estando allí se siente seguro, porque hay mucha gente que piensa y sigue idénticas cosas que él. Pero ¿es la verdad esto?, tiene que dejarlo todo; y aquí está. ¿Cuándo surgirá la gran decisión de dejarlo todo? No pasar de una capillita a otra, de un templo a otro, de un santuario a otro santuario, o de un Santo a otro Santo, de un Maestro a otro Maestro ¿verdad?
Tiene que haber una fuerza tremenda que haga que una persona decida finalmente lo que debe hacer, no lo que quiere el ambiente que haga, que siempre estamos diciendo que el hombre no piensa sino que es pensado. El ser pensado por el ambiente es lo que crea la gran confusión, entonces, naturalmente, como se siente pensado –que no lo sabe porque si lo supiese automáticamente trataría de luchar contra esta imposición– entonces se siente atado a la tradición. Las fiestas son tradicionales, estamos dentro de este gran juego de artificios que hemos creado a través del tiempo y no sabemos cómo salir de aquí, no sabemos como rasgar con la Espada del Juicio esta nube de cosas conocidas, no la de las cosas desconocidas o incognoscibles, sino de esas cosas conocidas que nos embargan la atención y que nos obligan, no somos creyentes, pero estamos siguiendo la tradición que es otra forma de creencia.
– Barcelona, 29 de Diciembre de 1983 – El Discípulo y los Poderes.
Pues bien, hay que darse cuenta, de que una guerra, que tal como nos enseñaron en la Academia de Guerra es una lucha de voluntades, si una voluntad se niega a la lucha se extingue más rápidamente la guerra, pero la guerra a medida que se va desarrollando aumenta la tensión, aumenta la destrucción, aumenta el odio entre los pueblos, entonces, los seres humanos se convierten en enemigos, pero esto sucede dentro de un centro definido del Logos planetario, las guerras, todo sucede aquí, en el Centro de la Garganta del Logos planetario, donde estamos nosotros, porque formamos parte de Él, entonces, significa una cosa, que nuestro planeta no es un planeta sagrado, es un planeta que está luchando, que tiene crisis, que enfrenta una iniciación; y tenemos, por ejemplo, Venus, cuyo Logos tiene la 5.ª Iniciación Cósmica, se ha convertido en un Maestro en la Logia de Sirio. Por lo tanto, no es el mismo caso, el Logos planetario a través de la crisis de la cual participamos nosotros, porque formamos parte de Su Ser, a medida que vayamos perfeccionando las actitudes, le ayudaremos a perfeccionar Su equipo, porque somos Su equipo, y aparte de ser Su equipo somos conscientes de este equipo, lo cual significa que podemos luchar conscientemente para preparar un equipo correcto para el Logos.
– Barcelona, 14 de Julio de 1984 – Las Jerarquías Creadoras del Universo – 1.ª Parte.
Una guerra siempre es una lucha de voluntades y cada una de las voluntades que luchan cree tener la razón, intelectualmente hablando, y los contendientes sin distinción invocan a Dios, o a su Dios, al Dios que rige todo su destino religioso. Las mutaciones que vemos en las Iglesias, por ejemplo, cuando como el caso presente, la religión se hace política de Estado y el Estado hace política religiosa, nos da una lección de cómo realmente las energías que han producido mutación ha dejado entrever el fondo escasamente religioso de las religiones, la falta de espiritualidad dentro de las religiones.
– Barcelona, 23 de Septiembre de 1987 – La Mutación: Los Efectos del 1.er Rayo.
1937-1939: Dos Íntimos Relatos de Guerra
Voy a relatarles seguidamente dos experiencias espirituales, de entre las muchas que podría contarles, en las que fui muy eficaz y oportunamente ayudado por mi Ángel Guardián. Forman parte de unos escritos inéditos, rememorando pasajes de la guerra civil española, que yo denomino “Íntimos Relatos de Guerra”. Veamos:
Viernes 20 de Agosto de 1937: Bombardeo de la Sierra de los Monegros
“…Recuerdo exactamente la posición que ocupaba en una trinchera abierta durante la noche, a la izquierda de una pequeña ermita denominada de ‘La Santa Cruz’, enclavada en el Monte Calvario de la Sierra de los Monegros. Desde allí donde me encontraba se dominaba una considerable extensión del valle y de otras montañas menores extendidas allá a lo lejos. Esta posición tenía un gran valor estratégico, dado el dominio que desde allí se ejercía sobre las comunicaciones que llevaban a Zaragoza. Por tanto, el contraataque enemigo no se hizo esperar y ya desde las primeras horas de haber sido tomadas aquellas posiciones, estaban siendo furiosamente bombardeadas por la aviación y la artillería las unidades que habían intervenido en el asalto.
Como yo era muy joven todavía y a igual que todos los demás hacia muy poco que me hallaba en el frente de guerra, tenía bastante miedo y realmente lo pasaba muy mal, pues en el lugar en donde me encontraba no había defensa alguna, salvo unos pocos sacos terreros. Los bombardeos arreciaban y contemplando el valle a través de la densa humareda que provocaban, podía ver a una ingente cantidad de fuerzas militares procedentes de Zaragoza, que acudían rápidamente con ánimos de reconquistar las posiciones tomadas durante la noche por las tropas republicanas. De improviso oí una voz potentísima dentro de mi conciencia que me decía: – ¡Sal inmediatamente de aquí!
Al impulso de esta voz me sentí potentemente lanzado fuera de la trinchera yendo a parar a unos doce o quince metros de allí y en aquel preciso momento una potentísima granada estalló encima del lugar donde hacía unos instantes me hallaba… La trinchera había sido completamente destruida y en su lugar sólo se veía un profundo y humeante cráter… Lleno de polvo y atontado completamente por la tremenda explosión, descendí por el otro lado de la montaña, no pudiendo comprender cómo había podido llegar hasta allí ni explicarme las extrañas circunstancias en que fue emitida aquella potente voz que me había salvado de una muerte cierta.”
– MEE, 125-126.
Perdiguera. Monte Oscuro (Monegros)
Desde Zaragoza. Tomar la A-129 hasta Perdiguera. En Perdiguera, dirigirse a la Calle San José y seguir por el camino que comienza al final de la calle. Los vestigios se componen de tres colinas de cierta envergadura cuyas cimas se hallan atrincheradas. Las tres posiciones, que forman una línea se hallan cerca de Perdiguera y desde los vestigios se observa perfectamente dicha localidad. En la cima de las lomas existe un ramal de trincheras con abrigos y pozos de tirador Las posiciones de Punta del Calvario hasta Los Quemados era una línea defensiva que defendía Perdiguera de los ataques que las tropas republicanas realizaban en la zona desde Alcubierre. Durante la ofensiva que llevaron a cabo las tropas republicanas en agosto de 1937, lograron ocupar brevemente las posiciones situadas en torno a la Ermita de Santa Cruz (en la Punta del Calvario).
– Los Monegros
Nº 65, 24 de agosto de 1937
Han pasado nueve días desde el número anterior. Este número sólo tiene un editorial llamando a la lucha, firmado por Toni, Comisariado de Guerra, y dos informes del frente:
INFORMES DEL FRENTE (del 19 de agosto)
Este: Nuestras tropas han iniciado un ataque con el fin de tomar la altura 641 (Vailecua). Nuestras tropas asedian ahora el convento de Santa Cruz y la posición de Punta Calvario, donde el enemigo ofrece una fuerte resistencia.
Aviación: Los aviones fascistas bombardearon Pico Betayo, Santa Cruz y San Miguel de Linares. Diez bombas cayeron en las posiciones enemigas de Castro Alen y Gerelagua, causando grandes bajas. Santa Cruz y San Miguel de Linares fueron también tiroteadas por artillería fascista. Llegan dos tránsfugas.
INFORME DE GUERRA (del 21 de agosto)
Este: Nuestras tropas se han visto obligadas a ceder las posiciones de Punta del Calvario. En dirección hacia Zaragoza se siguen oyendo explosiones y fuego de ametralladoras, lo cual demuestra que continúa la lucha entre los fascistas.
– LA PRENSA DE LAS BRIGADAS INTERNACIONALES EN EL ARCHIVO FEDERAL DE BERLÍN (SECC. SAPMO)
11 de enero de 1938: Promoción a Teniente de Ingenieros en Campaña
Martes 17 de enero de 1939: Bombardeo de la vaguada del Sector de Valsequillo
“…En aquella gigantesca vaguada del Sector de Valsequillo había no menos de tres divisiones con sus correspondientes cuerpos auxiliares. Yo era entonces capitán de una compañía de ingenieros zapadores y con esta unidad a mi mando ocupaba un lugar definido dentro del grueso de la División a la cual mi unidad pertenecía. Estaba escribiendo una carta para mis padres. De pronto volví a escuchar nuevamente dentro de mi conciencia aquella extraña y apremiante voz que ya anteriormente había escuchado en el frente de Aragón. Esta vez aquella voz conminatoria –que yo sentía resonar dentro de mi conciencia– me decía: “Reúne a tus hombres, abandona este lugar y refúgiate allí arriba”. Consciente del valor de la sugerencia y recordando la pasada experiencia, inventé un pretexto y aún a riesgo de molestar a mis oficiales y soldados que estaban descansando de una larga, dura y fatigosa caminata, ordené dejarlo todo y ascender a una loma situada a un kilómetro aproximadamente del lugar donde nos encontrábamos, con algunas frondosas encinas bajo cuya sombra nos cobijamos.
Al cabo de un tiempo de estar allí oímos el peculiar zumbido de la aviación, un ruido sordo que iba aproximándose, llenándonos de inquietud y sobresalto. Un centenar de bombarderos “JUNKERS” alemanes se hallaban casi encima de nosotros e iniciaban un furioso bombardeo sobre las tropas que se encontraban en aquella gigantesca hondonada. El clásico silbido de las bombas al caer, que hiela la sangre de los combatientes más valerosos, y las potentísimas explosiones que se enseñorearon del lugar durante largo tiempo… ensordecieron nuestros oídos y nos obligaron a hundir nuestros rostros contra el suelo.
Una vez realizado aquel impresionante bombardeo –el más grande e intenso al cual yo había asistido– sólo se veía una densa humareda y solamente se oían los lamentos de los heridos y los quejidos de los moribundos. Jamás había presenciado un espectáculo semejante, jamás había visto tantas vidas destrozadas, tanta sangre, tantos miembros amputados, tantos amigos muertos. Quien haya visto de cerca la espantosa carnicería que provoca el bombardeo de la aviación sobre grandes concentraciones humanas, odiará sin duda para siempre la guerra y maldecirá desde el fondo de su corazón a todos aquéllos que sean capaces de producirla, quererla o determinarla.”
– MEE, 126-127.
La experiencia de las batallas de la Guerra Civil Española
Uds. quizás no han realizado la experiencia de batalla, y yo desgraciadamente tuve que ver la experiencia de las batallas en nuestra guerra civil española. Yo he visto que todas las personas que estaban dentro de este campo de lucha, todos tenían sus propias convicciones, sus afectos queridos, y en el fuero interno cada cual adoraba a Dios, aunque fuese un Dios amorfo, un Dios desconocido, porque donde hay buena voluntad siempre hay Dios y, en cambio, adorando a Dios cada cual a su manera se estaba matando, desangrándose. Yo he visto la muerte en todas sus fases y en todas sus características y, por lo tanto, tengo una experiencia de lo que es la muerte, de lo que es una batalla fratricida entre los hombres. Es una experiencia amarga dentro de su propia trascendencia. Pues bien, me pregunto si puede llegar un día en que al menos las personas inteligentes, de buena voluntad del mundo, puedan llegar a un punto dentro del cual se consideren hermanos en toda la extensión de la palabra, y que acepten también dentro de esta área de fraternidad aquellas fuerzas vivas que están en el espacio, y que deseemos establecer contacto consciente con estas fuerzas a través de la ciencia, a través de la religión, a través de la cultura, a través de la civilización en marcha, pero hacerlo, empezad aquí y ahora, no luego, después, porque después sería demasiado tarde.
– Barcelona, 10 de Diciembre de 1983 – El Misterio de la Vida
La batalla de Peñarroya o de Valsequillo
Con ella se buscaba cortar en dos la zona golpista y avanzar, y recuperar si se podía Córdoba e incluso Sevilla. Se quería aprovechar la concentración de tropas golpistas en las operaciones catalanas y que se trataba, en principio, de un frente secundario. Las operaciones comenzaron el 5 de enero de 1939 y supuso un éxito total para el ejército gubernamental. En tres días fueron ocupados más de 500 kilómetros cuadrados, el mayor de toda la guerra. Sus unidades lograron llegar hasta Azuaga y estuvieron a punto de romper el frente y alcanzar la frontera portuguesa. Pero allí quedó detenido su avance por la intervención de la aviación el 17 de enero. A partir de entonces los golpistas recuperaron territorio. Las operaciones, estancadas y con alto coste de vidas, unas seis mil entre las tropas gubernamentales, terminaron a comienzos de febrero.
– Frentes de batalla
La desesperada ofensiva republicana de 1939 en Extremadura
El 5 de enero de 1939, cuando faltaban tres meses para el final de la Guerra Civil, nada menos que tres cuerpos de ejército republicano al mando del general Escobar, Jefe del Ejército de Extremadura, desencadenaron una fuerte ofensiva contra el Ejército del Sur… Los soldados republicanos lograron romper el frente enemigo, ocuparon una zona relativamente extensa en Córdoba y Badajoz, con varias localidades (como Valsequillo, Fuenteovejuna, Granja y Peraleda), y amenazaron la retaguardia de todo el dispositivo nacional… La ofensiva de Extremadura de 1939 no fue un episodio insignificante. Alrededor de 90,000 hombres por parte del Ejército Popular de la República y unos 75,000 soldados del Ejército Nacional se batieron en unos combates violentísimos. Fue en esta ofensiva cuando los republicanos conquistaron más terreno que en ninguno de sus intentos anteriores. El balance de bajas fue aterrador.
– Sangre y barro: Extremadura, enero de 1939
Septiembre de 1939 a Septiembre de 1945: Los 6 años y 1 día de prisión mayor
1939-1940: El Despertar de los Centros
Poco tiempo después de haber finalizado la guerra civil española en la que desdichadamente me vi obligado a intervenir, se inició en mí un proceso de actividad psíquica que tenía que ver precisamente con el desenvolvimiento de mis centros etéricos más directamente relacionados con la fuerza viva de mi ardiente propósito espiritual. Así, durante unos meses y en tanto me hallaba fuera del cuerpo veía como unas luminosas entidades “operaban” sobre mi vehículo etérico e introducían en mis chakras una energía vibrante, dinámica y de potentísimos resplandores que aceleraban el movimiento de dichos centros y los volvían esplendentes y radiantes. […] Comentando un día con mi Maestro esta fase específica y singularmente interesante de mi vida, Este me explicó la índole particular de aquel proceso con estas palabras: “Ordinariamente el procedimiento de desarrollo de los centros etéricos tiene lugar de manera lenta y paulatina siguiendo la norma de “todo llegará a su debido tiempo”. Sin embargo, bajo el impulso cíclico de la oportunidad astrológica y de acuerdo con las capacidades latentes de cualquier discípulo espiritual, se sigue la norma iniciática de “aceleración del proceso evolutivo”.
– MEE, 23-24.
Mayo de 1939: Aviso Ashrámico de la II Guerra Mundial
En Mayo de 1939, casi un mes después de terminada la guerra civil española, los miembros de los distintos Ashramas de la Jerarquía fueron invocados para asistir en sus respectivos centros de enseñanza, donde debía serles comunicado una noticia trascendente. En aquellos momentos, el Maestro Mentor de todas y cada una de estas agrupaciones Ashrámicas, hablando en nombre del Bodhisattva y más aún del propio Señor del Mundo, advirtió a todos los discípulos de los Ashramas que dentro de poco iba a tener lugar una sangrienta contienda mundial. El Maestro decía:
“Esta contienda va a revolver de arriba abajo lo que es el planeta Tierra, todos los reinos serán involucrados en esta contienda bélica y, finalmente, si todo sigue el proceso normal en estos casos, habrá un período de emergencia espiritual para toda la Humanidad”.
Poco tiempo después, Alemania invadía Polonia [LAHR: 1.º de septiembre de 1939] y empezó la tremenda Guerra Mundial, que según se nos decía esotéricamente –y se sabe también ocultamente– fue la continuación de la guerra que se inició en 1914 y terminó en 1918 y que, por lo tanto, la cuenta todavía no había sido saldada y continuaba siendo un peligro en los niveles ocultos para toda la humanidad. Al iniciar las hazañas bélicas alemanas, que fueron hazañas, según el propio sistema alemán, de agresión de los países limítrofes, hubo otra reunión con carácter solemne, y en la cual los discípulos mundiales fueron advertidos que se verían en la obligación de luchar los unos contra los otros.
En los Ashramas, como es natural, había alemanes, ingleses, australianos, franceses, españoles, todo cuanto significa nacionalidades estaban representadas en los distintos Ashramas de la Jerarquía. Esto constituyó para el discípulo la prueba más tremenda, y muchos de los discípulos dieron su vida por sus patrias respectivas, porque se debían al karma de aquellas naciones. Sin embargo, una vez dejado el cuerpo, continuaron astralmente trabajando por los ideales de la paz, que constituía desde siempre el ideal de la Jerarquía, de la Gran Fraternidad.
Como consecuencia del proceso bélico y una vez avizorada la alternativa que se le presentaba a la humanidad de enfrentarse consigo misma y de poder reproducir en conciencia lo que significaba desde el ángulo oculto esta tremenda lucha fratricida, que revolvió –como decía el Maestro– toda la Tierra, todos los reinos fueron involucrados. El reino mineral que facilitó el acero, el hierro, el cobre, todo cuanto fue necesario para fabricarlos artificios bélicos, y sabemos cómo fue destruido el reino vegetal, las bombas cercenaron hectáreas y más hectáreas de árboles, lo cual produjo un gran desnivel ecológico en la vida del planeta, no hay que decir las muertes de animales, los bombardeos que terminaron con tantas vidas. No era posible decirle a la humanidad que se trataba de una crisis que la sufría internamente el propio Logos Planetario a través del cuerpo físico de Sanat Kumāra, lo único que se advirtió a los discípulos es estar convenientemente preparados para que el odio no llegara a infiltrarse en sus corazones, porque como bien sabe el esoterista, por segunda vez en la historia del planeta, hubo un contacto con las fuerzas del mal cósmico.
– Barcelona, 29 de Junio de 1985 – Visión Ashrámica de la 2ª Guerra Mundial.
1939-1945: Los jóvenes estudiantes de la Escuela Arcana que participaron en la Guerra Mundial
Cuando se habla de un ocultista o de un esoterista, se habla principalmente de una persona auto-controlada, de una persona que emite formas de pensamiento correctas, que por lo tanto no contribuye al malestar del mundo; y cuando viene el Señor del Karma, de la justicia, a cercenar las cabezas de los que hicieron más proezas en el mundo negativo, ellos se salvan siempre. […] Es muy interesante que sepáis, que cuando estaba en la Escuela Arcana [LAHR: 1940-1964], durante el proceso de la Guerra Europea [LAHR: 1939-1945] no murió ningún estudiante de la Escuela Arcana, y todos eran gente joven que habían ido a la guerra. Y habían sido alemanes de todas clases que estaban luchando entre ellos, porque ellos no fomentaron la guerra, y como que no fomentaron la guerra, la guerra tenía que perdonarles la vida. Es decir, que todo es muy práctico, y me gusta que veamos que se puede unificar muy bien, la parte más oculta y esotérica con la parte más dinámica y más práctica de la acción cotidiana.
– Barcelona, el 31 de Diciembre de 1981, El Trabajo Mental del Aspirante.
Septiembre de 1941: Apostado en el Regimiento de Artillería de Valladolid
Era al atardecer de un soleado día del mes de septiembre de 1941. Me encontraba en Valladolid en un barracón de madera ubicado en un recinto vallado con alambradas. De repente la voz del guardia de la puerta me llamó. Los penados que estaban de descanso en el barracón se sorprendieron. “Que vienen a por ti” –me dijo alguien. Me levanté del suelo en el que estaba y me dirigí al puesto de guardia. “¿A quién esperas? –me preguntó el cabo. “Yo…, a nadie” –respondí. “Pues ahí fuera hay un soldado de artillería que pregunta por ti.” Fui a la puerta de entrada del recinto, guardada por un soldado y vi junto a él a otro soldado con las insignias de su regimiento. Me vio éste y me preguntó si yo era Rafael Conca Botella. Sorprendido afirmé con la cabeza. “Sí –contesté–, soy yo.” Entonces pidió permiso al guardia de la puerta para entrar. Ya dentro del patio o recinto vallado me ofreció su mano, yo extendí la mía y nos dimos un cordial apretón. Me lo llevé al barracón, a un lugar libre de curiosos.
“Soy –me dijo– Vicente Beltrán Anglada. He venido a visitarte porque así me lo ha pedido un buen amigo mío, y creo –me miró– que también lo es tuyo. Mi mirada le interrogó. “Se trata de Leandro Getino, de la Sociedad Teosófica”–me aclaró. [LAHR: Leandro Getino Casín ingresó a la ST Española el 02-02-1922.]
Se me iluminó la cara de alegría. Hacia tiempo que no tenía noticias del grupo de entrañables amigos con el que me relacionaba en mi pueblo natal. Yo no conocía ni sabía nada de Vicente. Leandro Getino no me dijo nunca que lo tenía como amigo. Realmente éste, Leandro, era un buen amigo de mi familia. Mi padre [LAHR: Rafael Conca Gisbert ingresó a la ST Española el 14-03-1932] y él junto con otros amigos fundaron en mi pueblo, Alcoy, una Rama teosófica, la Rama Sophia que inscribieron en la Sociedad Teosófica de España, aunque eso es otra historia… [LAHR: La Rama Sophia fue fundada el 30-11-1932 en Alcoy, Alicante. La primera Junta Directiva la formaron Leandro Getino Casín (Presidente) y Rafael Conca Gispert (Secretario).]
Vicente observó mi cara de extrañeza. “¿No te ha escrito Getino?” –me preguntó. “No” –contesté.
Aunque no era nada raro que se perdiese una carta dada la estricta censura que existía entonces. “Bueno, es igual” –me dijo. “He venido por indicación suya. Recibí una carta de él en la que me sugería que viniese a verte. Yo –continuó– pertenezco al regimiento de artillería que está aquí, en Valladolid, y hoy dispongo de un rato para charlar contigo. Leandro y yo –prosiguió– mantenemos una buena amistad. Nos une la misma aspiración espiritual. Confío en que tú también la compartas.” “Sí –contesté– me interesa mucho todo lo espiritual, más aún ahora que tanto necesito creer en lo transitorio de las situaciones amargas.”
Continuamos hablando. A mí las palabras de Vicente me producían una sensación de calma y de comprensión al mismo tiempo. Sabía ya por experiencia que no había vuelta atrás en el camino que había emprendido. Vicente me lo confirmó con lo que me iba diciendo.
Me estuvo hablando aquella tarde de algunas de sus experiencias en otros planos, de donde me dijo que a menudo recibía mensajes. Yo conocía este tipo de comunicación por alguna de mis lecturas, por tanto consideré normal lo que me explicaba Vicente.
Pasó el tiempo volando aquella tarde. Vicente se despidió presuroso; tenía el tiempo justo antes de que pasasen lista en su compañía, la unidad militar a la que pertenecía. Le acompañé a la puerta casi en un estado de sonambulismo, sentía un raro bienestar.
La visita de Vicente se repitió varias veces. No era una visita diaria, venía cuando disponía de tiempo para ello. Yo le esperaba. Sabía que no siempre podía visitarme, y cuando venía me alegraba mucho. Hablábamos siempre de temas espirituales. A mí estas conversaciones me abrían nuevos e insospechados horizontes. En cierta ocasión me habló de sus viajes en cuerpo astral a otros planetas. Cuando hablaba de todo esto me quedaba boquiabierto. En una de esas ocasiones le pregunté por sus experiencias en esos viajes. Me miró sonriendo. “No puedo explicarte nada, pues posiblemente no lo comprenderías, pero puedo decirte que tú también llegarás a tener estas experiencias. No ahora, más tarde, cuando te hayas desprendido del lastre que te mantiene aferrado a los aspectos materiales.”
Otro día, en plena conversación, paró de hablar repentinamente, buscó en el bolsillo de su guerrera un bloc y un lápiz, y se puso a escribir. Cuando terminó me dijo que había recibido un mensaje de planos internos. Me lo enseñó, estaba escrito con letra grande y apresurada, aún me parece que lo estoy viendo. Lo leí y me asombró su contenido. Era de una gran elevación espiritual. Me explicó que estos mensajes en ocasiones contenían falsedades.
“Existen entidades –me dijo– que usurpan la identidad de seres elevados. Naturalmente sus mensajes son de baja calidad. Yo ya me he enseñando a discernir sobre ellos; la mayoría de veces los rechazo.”
Creo que he explicado lo más importante de nuestros breves encuentros. La última vez que vino me dijo que estaba esperando de un momento a otro que llegase a su unidad la orden de traslado. “Seguramente nos trasladarán a Castellón de la Plana” –me dijo. Cuando se fue nos despedimos. Tuve la impresión de que quizás no volvería a verle. Pero guardaba en lo más recóndito, en mi mundo interno, la riqueza de sus enseñanzas.
Ya no he vuelto a saber de él. Sólo he sabido de Vicente a través de los trabajos que periódicamente publicaba en la revista “Conocimiento de la Nueva Era”, a la cual estaba suscrito. A los presentes “recuerdos” acompaña una fotocopia de uno de sus escritos en esta revista publicado en 1970.
Rafael Conca Botella, Enero de 2008.
– Vicente Beltrán: El Amigo
Rafael Conca Botella
Nació en Alcoy el 2 de julio de 1916, en el seno de una familia trabajadora. Vivió su juventud con normalidad en un ambiente de trabajo y de aficiones naturistas hasta que a los 20 años le sorprendió el estallido de la Guerra Civil. Perteneciente a las Juventudes Socialistas, formó parte como voluntario en la Columna Mixta, siendo herido de gravedad por una granada de mortero en el frente de Espejo. […] Tras la guerra fue enviado por desafecto a un campo de concentración en Madrid y trasladado posteriormente a un batallón de trabajadores en Valladolid.
– Editorial Nous
Disolución de los batallones y su paso al ejército como soldado de reemplazo
Una vez terminado el proceso de clasificación, los jóvenes clasificados como “desafectos” son enviados a campos de concentración, para la formación de los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (BDST), tal y como se recoge en la propia documentación de la Jefatura de Campos de Concentración y Batallones Disciplinarios (JCCBD).
…todos los trabajos forzados impuestos a la población desafecta nace de un tronco común: el Decreto de concesión del derecho al trabajo a presos y prisioneros, de 1937, en el se ponen las bases de lo que pronto sería un doble sistema de trabajos forzados, por un lado, el de presos y presas en torno al Sistema de Redención de Penas por el Trabajo (SRPT), y por otro los trabajos extra-penales para jóvenes clasificados como desafectos al régimen, pero que no tienen ninguna pena para cumplir. Estos últimos fueron organizados en Batallones de Trabajos (BB.TT.) hasta 1940, y en Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (BDST) hasta 1942, suponiendo, durante todo este tiempo, el grueso del sistema de trabajos forzados. […]
Así pues, es a partir de este momento cuando los jóvenes clasificados como desafectos dejan de estar legalmente en unidades especiales de castigo, dependientes de una estructura explícitamente punitiva, como es la Jefatura de Campos de Concentración [JCC], para pasar a integrarse a Unidades del ejército. El cambio es más que evidente, y sólo a partir de este momento se considera que estas personas están cumpliendo el servicio militar, algo que se alargará en la mayoría de los casos hasta finales de 1943.
Una mención especial, por su singularidad, merece el caso de los Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (Penados), que continuarán su existencia hasta 1948. Estos Batallones había sido creados en 1941, siendo destinados a ellos presos penados comprendidos entre las quintas de 1936 y 1942 que estuvieran en libertad condicional o los condenados por la fiscalía de tasas.
– Beaumont Esandi, E. & Mendiola Gonzalo, F. (2004). Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores: Castigo político, trabajos forzados y cautividad. Revista de Historia Actual, 2(2), 31-48.
1945-1946: Recuperación de consciencia ashrámica
“Olvidé después, durante años, esta experiencia de contacto con mi Maestro y hasta que no hube alcanzado la edad de treinta años de mi vida física no me fue posible recordar aquel hecho singular y trascendente de mi vida. Tal “recuperación” del recuerdo vino precedida por grandes crisis kármicas en mi vida personal, los tristes años de la guerra civil española, mis conflictos familiares y los duros años de prisión. Cuando todas estas crisis fueron debidamente resueltas adquirí de improviso mis recuerdos del contacto con el Maestro y un nuevo estado de conciencia. Entonces era el cuerpo mental el que debía ser desarrollado para cumplimentar un objetivo primordial –del cual me había hablado oportunamente el Maestro– ya que representaba adquirir conciencia mental y no simplemente emocional de mis contactos con el mundo oculto. Recobré por efecto de ello algunas facultades adquiridas antaño, en encarnaciones precedentes y en las cuales, según pude comprobar, ya había establecido contacto con el Maestro.”
– MEE, 134.
1945: Tercera visita al Ashrama del Maestro
Unos años después se realizó mi tercera visita al hogar del Maestro. Durante todo este tiempo fueron proyectándose sobre mi vida personal grandes acontecimientos kármicos, los más importantes quizás de mi existencia personal, aquellos que me precipitaron abiertamente en la guerra civil española, luchando ardientemente por la República, tan salvaje e indignamente ultrajada por las fuerzas ultraconservadoras del país y por las potencias del mal encarnadas en los países fascistas totalitarios de Europa. No es mi intención introducir detalles personales relativos a aquellos hechos y a sus posteriores consecuencias, la derrota del ejército republicano y la entrada en prisión de todas las personas que de una u otra manera, política, militar, o socialmente habíamos intervenido en la guerra civil a favor de la República española. Estas cosas pertenecen a la historia y es la historia la que debe juzgarlas. Yo debo limitarme únicamente a explicar la experiencia espiritual entresacada de aquellos hechos y elevarme mucho en la escala de los valores espirituales para no sentirme inclinado al juicio de aquellos acontecimientos vitales que precipitaron la guerra mundial el año 1939, el mismo en que se consumó la derrota de la República democráticamente establecida en España.
Ausente de todo juicio, pero amparado por la justicia de la experiencia espiritual acumulada durante casi nueve años de guerra y prisión, volví un día a encontrarme frente a frente de mí Maestro. Me encontré allí sin tener noción de “viaje”, como si hubiese sido transportado a través de un rayo de luz, en tal caso “un rayo de luz del Ashrama” impuesto por las nuevas circunstancias espirituales y quizás también por la limpieza que una serie de sufrimientos y de luchas contra la adversidad había sido incorporada a mi cuerpo etérico. Sólo puedo decir que desde aquel día “el viaje” –a casa del Maestro o a otros lugares de servicio– se realiza, salvo contadas excepciones, de esta manera.
Me hallé solo frente a ÉL con la trémula emoción espiritual, realmente indefinible, de volver “conscientemente” al Ashrama después de tanto tiempo de angustia y sufrimiento en el que recorrí el obligado trayecto de aquel desierto estéril, de aquellas áridas y resecas soledades, donde el alma se enfrenta al eterno dilema del Ser, afrontando con decisión la tremenda inseguridad de aquellos interminables estadios vacíos y a veces tenebrosos en los que el discípulo se libera por el sufrimiento de la piel llagada y reseca de las ilusiones perdidas y de los afectos vanos y efímeros. Sí, aquellos años fueron la mortaja con la que enterré la conmiseración hacia mí mismo y la seguridad egoísta de la propia supervivencia.
El rostro del Maestro reflejaba como siempre aquella eterna luz de amor y de comprensión, que como faro de suprema esperanza había invocado en los momentos más difíciles y en los más dolorosos instantes. Estaba solo con ÉL y en esta ocasión después de haberme impartido Su bendición, que me llenó de gozo, se limitó a decirme: “Ves, ya estás de nuevo aquí. Las pruebas han sido duras pero han tenido el éxito esperado, más que nada, y esto te honra, porque en ningún momento las rechazaste. Tras la prueba decisiva, después del acto de entrega de tu voluntad al Ashrama, en el que te he admitido serenamente en Mi corazón, vas a penetrar definitivamente en la corriente iniciática, una corriente de Vida cósmica de la cual, mediante el cultivo de la serena expectación, ya no se retorna”.
Me miró afectuosamente y continuó:
“Estás preparado ahora para tomar tu parte en la Obra asignada a este Ashrama por el Señor Bodhisattva. Tienes unas inestimables dotes personales que son un reflejo de experiencias fructíferas del pasado que van a serte muy útiles en los momentos actuales. De acuerdo con las nuevas disposiciones decretadas por el Gran Señor Sanat Kumāra, vas a recuperar lo mejor de aquellas experiencias del pasado y de los conocimientos ocultos adquiridos para “verterlos” en los nuevos cauces que la Gran Fraternidad ha abierto para el servicio de la humanidad de nuestros días. Tu único cuidado es permanecer “serenamente expectante”, es decir, muy atento y sin impaciencia alguna. Así irás recuperando lo mejor de tu pasado para precipitarlo en el devenir de los momentos actuales. Para ayudarte en esta labor de llevar tu pasado al presente para fines de servicio, serás “telepáticamente” ayudado. La técnica de la incorporación vendrá como efecto de un proceso sincrónico. Mediante ella te será fácil escribir unos libros que reflejarán momentos estelares de tu propia vida y relatarán ciertos hechos de la Gran Fraternidad que prácticamente –y por disposición jerárquica– debieron permanecer ocultos hasta estos momentos. Continúa pues escribiendo ya que escribir –en el sentido que lo haces– es una forma muy positiva de meditar y de ponerte en contacto “vía los registros ākāśicos”, con los conocimientos ocultos que están impresos allí por los Señores del Tiempo. Volverás muy pronto aquí, pues quisiera facilitarte algunas instrucciones que te serán muy útiles en el devenir de tu proceso espiritual. Tales instrucciones forman parte de algunas trascendentes disposiciones del Señor del Mundo para esta época y todos los Ashramas de la Gran Fraternidad han movilizado sus fuerzas para darles cumplimiento. Vete pues en PAZ y continúa trabajando”.
Me despidió como solía hacerlo con todos los Hermanos con un solemne acto de bendición espiritual.
– DSD, 93-96.
Epílogo: La Guerra como Crisis Iniciática
En nuestra última conversación, habíamos examinado las crisis en la vida de la Humanidad como precursoras de grandes transformaciones espirituales. Pero, esto sucede lo mismo en los individuos corrientes, como nosotros, como a los propios Señores de planetas o de universos; ellos también tienen sus crisis y dificultades, y cuando pasan cosas realmente extraordinarias en la vida de un planeta, dentro del cual están involucrados todos los reinos, se puede decir con justicia que se trata de una crisis en la vida del Logos Planetario, como por ejemplo la gran guerra mundial que se inició en el año 1914 y aparentemente terminó en el año 1945. Fue una crisis dentro de la cual se vieron envueltos todos los reinos de la Naturaleza, incluida la propia Jerarquía, el 5.º Reino. Lo cual significa que realmente se trataba de una crisis, yo diría, iniciática, que tenía su razón de ser dentro del cuerpo del Logos Planetario, que es nuestro planeta Tierra. El cuerpo físico, englobando los reinos en su totalidad, involucró al reino mineral que produjo los materiales mediante los cuales se crearon las armas que fueron utilizadas por ambos bandos, por los aliados y por las fuerzas del eje, como ustedes saben; el reino animal porque durante esta guerra murieron infinidad de animales por los bombardeos, por ser animales de tracción, por lo que sea; y murieron millones de seres humanos; el reino vegetal también fue devastado en grandes proporciones, porque cuando cae una bomba no tiene perdón de nada que se ponga a su alcance, y esto los que hayan visto o estado en una guerra, yo estuve en la guerra civil española y puedo decirlo que es una explosión de una bomba de quinientos kilos, que no es nada comparado con las bombas actuales, los tremendos efectos que causan en una ciudad o en un descampado o en un grupo de árboles o de hombres.
Quiero significar que hay una ley, que es la Ley de la Analogía, mediante la cual una crisis de esta categoría trae como consecuencia una Iniciación, y se nos dice que nuestro Logos Planetario, a través del Señor del Mundo, Sanat Kumāra, está atravesando la Crisis Iniciática que precede a la 4.ª Iniciación Cósmica. No se qué nos puede decir esto a nosotros que sabemos tan poco de las Iniciaciones, pero, en todo caso, es un estado superior de conciencia del cual nosotros apenas tenemos noción, pero que nos da lo que será un avance de lo que será nuestra vida en un futuro lejano; pero, podemos hablar también de las metas iniciáticas correspondientes a nuestro estado actual.
Dijimos que toda crisis en la vida del hombre es preludio de una eclosión espiritual, y si ustedes no tienen crisis, no hay que tener mucha confianza en esa tranquilidad absoluta, en ciertas personas, porque el Discipulado exige crisis, movimiento. El movimiento engendra una energía y esa energía conduce a la liberación. La liberación es la consumación de muchos estados de conciencia que surgen triunfantes de una crisis. Ustedes cuando hacen las cuentas de lo que van a gastar durante el día, cuando tienen problemas económicos o problemas familiares, o problemas sociales o de grupo, están en el seno de una crisis. Como decía Annie Besant, la peor tentación es vivir sin tentación o la peor de las crisis es vivir sin crisis. Por lo tanto, tener crisis en la vida personal es necesario. Pero, si les hablo de esto es para decirles que tengan confianza porque la crisis es el preludio de un estado de conciencia superior. La Iniciación es la eclosión espiritual producto de una gran crisis, y les voy a decir cuál es la crisis que debemos enfrentar actualmente para acceder a la 1.ª Iniciación: Se trata de una crisis de soledad.
– Barcelona, 18 de Enero de 1988 – Las Crisis y la Primera Iniciación.
Para saber más:
Becerra, J. (Ed.) (2019). Un Discípulo Iberoamericano: Vicente Beltrán Anglada. NGSM.org
Originalmente publicada: 16 de agosto de 2011
Actualizada: 10 de mayo de 2022
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