
A aquellos de ustedes que pueden valorar y utilizar la Gran Invocación, les sugeriría un empleo renovado y fervoroso. Sin embargo, podría sugerirse como alternativa la invocación siguiente:
(Nov. de 1939)
“Oh Señor de Luz y Amor, ven y gobierna al mundo.
Que el Príncipe de la Paz aparezca y ponga fin a las guerras de las naciones.
Que el reinado de la Luz, el Amor y la Justicia comience.
Que haya paz en la Tierra y que empiece en nosotros mismos.”
[OM OM OM]
AAB/DK – La Exteriorización de la Jerarquía, p. 147.