Que la sincera plegaria de todos los peregrinos de la Tierra que intentan llegar a Dios sea pues este Mántram afirmativo que ha de consumar dentro de sus corazones la gloria de sus mejores sueños e ilusiones:
El Mántram de Unidad [Mántram Acuariano de Síntesis] que debe sintetizar el esfuerzo conjunto y evocar del interior de cada uno el poder divino que arde en el corazón, es el siguiente:
Se trata de un Mántram muy poderoso desde el punto de vista Jerárquico, y por medio del mismo y de acuerdo con la pureza de las propias intenciones, cada cual invocará una cierta medida de aquel trascendente poder cósmico que la Constelación de Acuario reserva para nosotros y que cada cual podrá utilizarlo en el respectivo campo de servicio, aquel que previamente haya sido elegido.
Este Mántram debería ser utilizado preferentemente por las mañanas, a las 7 horas, coincidiendo esta hora con la del meridiano del país en donde se viva o habite y teniendo presente que el poder liberador del mismo es realmente extraordinario. A esta hora cíclica del ritmo solar el Mántram debería ser pronunciado tres veces, oral o mentalmente, dependiendo esto del nivel en donde se haya decidido trabajar: oral para aquellos que estén interesados en la curación de dolencias humanas en el plano físico, y han de actuar forzosamente sobre los éteres físicos, y mentalmente para aquellos otros que hayan decidido hacerlo en los niveles psíquicos y mentales.
El resultado inevitable, previa una gran pureza de intención, será el establecimiento de un cauce por donde puedan discurrir las energías acuarianas que están suspendidas sobre el aura de la Tierra”, esperando que la humanidad determine por sí misma la oportunidad cíclica, la que corresponde al momento actual. Una legión de devas en los distintos éteres, profundamente marcados por el sello de Acuario, están prontos a intervenir a la demanda más mínima de la humanidad si ésta responde con profunda intención y buena voluntad a la creciente demanda de todos y cada uno de los Reinos de la Naturaleza.
En mi libro de Los Misterios del Yoga, por intuición, por inspiración, saqué ciertas conclusiones, o ciertos mantras de ayuda, para las personas que sufren. Hay tres clases de sufrimiento, como sabéis:
la enfermedad física,
las dolencias mentales, o inadaptación psicológica a las situaciones sociales,
y luego hay dificultades de orden psíquico,
y todos adolecen de éstas; tres corrientes negativas por esos problemas básicos de la existencia.
Entonces, cuando leí en cierta ocasión un pasaje del Maestro Tibetano hablando del Avatar de Síntesis, del Espíritu de la Paz, y del Señor Buda, que constituyen un triángulo, que está apoyando la labor de Cristo en la Jerarquía, pensé que sería bueno que la Humanidad tomase conciencia de este triángulo y, entonces, idee, o me fue revelado, o como sea, unas ciertas invocaciones; primero, la invocación a esas tres entidades poderosas que constituyen uno de los elementos más activos dentro del Sistema Solar, y que nos vinculan con cierta Fuerza Cósmica.